.
.
Dios mío, es desesperante ver pasar las horas y que no concilias el sueño.
Creo que nací inmune a la Hierba Luisa.
Ya solo me quedan dos horas para que toquen diana y me doy por vencida.
Ayer vino a buscarme mi chico al trabajo para llevarme al cine y ver Antichristo, la última película de Lars Von Trier, un director que me encanta y del que me hice fan devota hace tiempo.
No sé de ningún otro que incida tanto en las emociones del espectador como él.
Es dífícil no sentir un nudo en el estómago con esa maravilla que es Bailar en la Oscuridad, o quedarse horrorizado ante el giro inesperado en la trama de Dogville, salir de la sala y pensar en algo que no sea la voz de Nicole Kidman diciendo "... que los maten primero y que la madre lo vea. Que los maten uno a uno y que le digan que pararán si puede controlar las lágrimas...".
Que te haga pensar y pensar con películas como Los idiotas o sufrir como con Rompiendo las olas.
Pero ayer me di cuenta que se me ha ido de las manos la comprensión de su obra. Si bien he de reconocer que como ejercicio emocional al que nos tiene acostumbrados no tiene precio, también diré que salí horrorizada y juré no volver a ver esta película, por mucho que me hubiera gustado comprenderla.
Yo al menos resistí hasta al final, los hubo que se salieron de la sala bastante antes.
Me siguen gustando sus imágenes tristes de colores plomizos y su cine desmaquillado y desnudo. Creo que saca lo mejor de sus actores y ni siquiera en 21 gramos Charlotte Gainsbourg había hecho semejante papel. No en vano, solo salen dos personas en todo la película (si descontamos al niño que apenas sale unos minutos).
Pero toda la angustia, el dolor o la repulsión que transmite no es suficiente para satisfacerme y es que hubo un momento en que pensé que me había teletransportado a una película de David Lynch en la que para mí no habia nada con sentido. Y como en Mulholland Drive, tendré que preguntar a la gente más lista y más cinéfila que yo, que vió que yo no pude...para considerar esto una obra maestra del cine europeo.
Y como me niego a poner el cartel de Antichristo, para no quedarme con mal sabor de boca, lo haré con Dancing in the dark y os dejaré el vídeo de Björk bailando y cantando sobre el tren con esa voz tan bonita que tiene, en una de las películas que siempre estará entre mis favoritas.
Me voy a la cama... ¿creeis que lo conseguiré? XDDDD
.
Dios mío, es desesperante ver pasar las horas y que no concilias el sueño.
Creo que nací inmune a la Hierba Luisa.
Ya solo me quedan dos horas para que toquen diana y me doy por vencida.
Ayer vino a buscarme mi chico al trabajo para llevarme al cine y ver Antichristo, la última película de Lars Von Trier, un director que me encanta y del que me hice fan devota hace tiempo.
No sé de ningún otro que incida tanto en las emociones del espectador como él.
Es dífícil no sentir un nudo en el estómago con esa maravilla que es Bailar en la Oscuridad, o quedarse horrorizado ante el giro inesperado en la trama de Dogville, salir de la sala y pensar en algo que no sea la voz de Nicole Kidman diciendo "... que los maten primero y que la madre lo vea. Que los maten uno a uno y que le digan que pararán si puede controlar las lágrimas...".
Que te haga pensar y pensar con películas como Los idiotas o sufrir como con Rompiendo las olas.
Pero ayer me di cuenta que se me ha ido de las manos la comprensión de su obra. Si bien he de reconocer que como ejercicio emocional al que nos tiene acostumbrados no tiene precio, también diré que salí horrorizada y juré no volver a ver esta película, por mucho que me hubiera gustado comprenderla.
Yo al menos resistí hasta al final, los hubo que se salieron de la sala bastante antes.
Me siguen gustando sus imágenes tristes de colores plomizos y su cine desmaquillado y desnudo. Creo que saca lo mejor de sus actores y ni siquiera en 21 gramos Charlotte Gainsbourg había hecho semejante papel. No en vano, solo salen dos personas en todo la película (si descontamos al niño que apenas sale unos minutos).
Pero toda la angustia, el dolor o la repulsión que transmite no es suficiente para satisfacerme y es que hubo un momento en que pensé que me había teletransportado a una película de David Lynch en la que para mí no habia nada con sentido. Y como en Mulholland Drive, tendré que preguntar a la gente más lista y más cinéfila que yo, que vió que yo no pude...para considerar esto una obra maestra del cine europeo.
Y como me niego a poner el cartel de Antichristo, para no quedarme con mal sabor de boca, lo haré con Dancing in the dark y os dejaré el vídeo de Björk bailando y cantando sobre el tren con esa voz tan bonita que tiene, en una de las películas que siempre estará entre mis favoritas.
Me voy a la cama... ¿creeis que lo conseguiré? XDDDD