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Dicho y hecho, como era de esperar la lluvia de perseidas no nos decepcionó.
María, Marta, Nuria y una servidora, nos pertrechamos con nuestros sacos, esterillas, ensaladas, cantimploras, linternas y chocolate, dispuestas a mirar al cielo y pasar un rato agradable entre amigas.
El Puerto de la Morcuera fue el elegido, después de jurar y perjurar a mi chico de que que no nos aventuraríamos a subir a la Najarra ante la amenaza de tormenta inminente.
La explanada del Albergue fue el punto elegido. Allí descargamos nuestro petate.
Conversaciones sobre constelaciones, estrellas, satélites artificiales...algunas meteduras de pata, algunas risas a la hora de meternos en el saco, juntitas en tres esterillas estratégicamente dispuestas, estornudos, ronquidos y cencerros de vacas.
Disfrutamos de la compañía, de la comida, del aire puro y de la visión de un espectáculo precioso. Estrellas fugaces que dejaban su estela de fuego, a veces durante un par de segundos.
Hasta 6 veces tardé en acordarme de pedir mis deseos. Pero al final lo hice. Cuatro en total.
Nada material, todo del corazón, humano, muy humano... aquello que está fuera del alcance de mis manos...
Volvemos a casa con un saco llenito de momentos compartidos y sueños que prometen cumplirse en breve.
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Dicho y hecho, como era de esperar la lluvia de perseidas no nos decepcionó.
María, Marta, Nuria y una servidora, nos pertrechamos con nuestros sacos, esterillas, ensaladas, cantimploras, linternas y chocolate, dispuestas a mirar al cielo y pasar un rato agradable entre amigas.
El Puerto de la Morcuera fue el elegido, después de jurar y perjurar a mi chico de que que no nos aventuraríamos a subir a la Najarra ante la amenaza de tormenta inminente.
La explanada del Albergue fue el punto elegido. Allí descargamos nuestro petate.
Conversaciones sobre constelaciones, estrellas, satélites artificiales...algunas meteduras de pata, algunas risas a la hora de meternos en el saco, juntitas en tres esterillas estratégicamente dispuestas, estornudos, ronquidos y cencerros de vacas.
Disfrutamos de la compañía, de la comida, del aire puro y de la visión de un espectáculo precioso. Estrellas fugaces que dejaban su estela de fuego, a veces durante un par de segundos.
Hasta 6 veces tardé en acordarme de pedir mis deseos. Pero al final lo hice. Cuatro en total.
Nada material, todo del corazón, humano, muy humano... aquello que está fuera del alcance de mis manos...
Volvemos a casa con un saco llenito de momentos compartidos y sueños que prometen cumplirse en breve.
Comments (8)
Ojalá se cumplan ya mismo!! Que envidia... me habría encantado estar ahí con vosotras...
jooo que envidia! como me hubiera gustado ir...
Me parto... a mi siempre me pasaba lo mismo, nunca se me ocurria nada cuando las veia pasar y asi me pasaba las horas con mis primos. Como lo hecho de menos, quiero volver a tener 7, 8, 9 ó 10 años y estar con mi familia sentados en la puerta de la casa de mis abuelos hablando y mirando las estrellas.
Me alegro de que os lo pasarais bien.. jooo y encima habeis visto a las vaques jooooo
Si hubiesemos esperado un diita más la cosa hubiera sido de otra manera..pero como me dijo Marta...Nosotras vamos a los pre-lo que sea..Pre-Uvas..Pre-estrellas fugaces..ainss..que momentos tuvimos..me alegro de tener esto en la retina...
A mí también me hubiera encantado estar ahí. Besos para todas!!
Qué bonito, muy buena experiencia. Y en un sitio mágico, aunque mejor desde la Najarra y por ahí por Cuerda Larga hubiera sido mejor... jeje maldita tormenta!
Y fotos, no hay ninguna?? :O Qué penaaaa.
Un saludo, hasta pronto.
Tienes razón Marta, mejor desde la Najarra y luego por la cuerda larga, pero cuando llegamos ya casi anochecía y aunque yo me hubiera aventurado a subir con frontales, me jugaba que mis amigas me retiraran la palabra de por vida...XD
Aiiis, si es que la montaña es mucha montaña -peligrosa y antipática, incluso cuando quiere-, y claro, no todo el mundo la ve igual que yo/nosotras...
Yo pensé ir a verlas a Famara, los acantilados y mayores alturas de Lanzarote, pero al final ni salí... Y tampoco sabría decir el motivo.
Otro año será, y si no, pues renaceré como estrella fugaz, para ser quemada y quemada eternamente para volver a seguir reencarnándome en estrella :D
Yo las vi en mi pueblo rodeada de gente que no hablaba de lo inmenso que parece el cielo desde aquí y que se limitaba a decir que ellos no las veían, pero fue genial.
Pedí muchas cosas =)